Síntomas de un poeta



Cuando la incontinencia espiritual,
bestial, mental y lógica,
me desmiembra

/la vista /,

Pareciera ser que el mundo se repite
en un canto desesperado por los vientos,
sonetos con forma y voces de criaturas
se unen en un solo

/ dialecto /,

Donde mi lengua les dibuja mi mundo
y su mente les oprime otro,
donde ellos y yo nos reencontramos en
el núcleo de la

/existencia /,

Yazgo entre la vida y la muerte,
en una silueta infrenable de viajes
y arribos, me dedico a oler la piel
inversa del todo, pero es ahí cuando,
huye mi sangre,

a la velocidad de la luz, a buscar
el origen y la salida del miedo,
ese miedo insoportable que
adormece mis latidos e hincha
las venas del asombro que unen
la razón y el sentimiento
¿a dónde está el Quarks?
para saber donde se originan mis

/Imaginaciones/,



Me pasa que a ratos siento,
como si pernoctara dos mundos simultáneos,
donde conozco la libertad y el presidio,




¿Qué es esto de ver sobre mi pecho un cuchillo filoso?,

como si quisiera atravesar
mi piel dormida, para despertar
y oler los mundos mil veces,
para parirme en cada pensamiento,
donde el Núcleo que mana el fuego
de mi alma,
yace aprisionado en una caverna
sobre mi cuello, donde las bestias
se hacinan furiosas en los barrotes
de mi corteza cavernaria,

¿Qué es esto de ver mi sangre suspendida en el borde del cuchillo?,



frente a mi esta la vida y la muerte,
repartida en mis
ojos saltados por el ardor del filo,
¡Ahí está!, frente a mi la llave

/ eterna /,

al mundo que mi mente ha construido,
¿Qué será esto que me pasa?,
no lo se,
pero se me parte el pecho,
cada vez que se para frente a mi ese

/cuchillo /.
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